General
En la entrada de la cueva empieza la caminata con explicaciones sobre la presencia de ostras fosilizadas, murciélagos y algunas extrañas mutaciones de plantas de café que milagrosamente se adaptaron a la ausencia de luz. Entre estalactitas y estalagmitas, el camino se hace más estrecho, se llena de agua e incluso es necesario arrastrarse. Y cuando usted cree que todo ha terminado, debe hacer un pequeño descenso por una cuerda, pararse en una diminuta tabla y lanzarse desde cinco metros hacia las frías aguas de un río subterráneo, para seguir nadando sujetado a una cuerda durante los últimos 400 metros hasta la salida.